¿El Talento se atrae o se crea?

¿El Talento se atrae o se crea?

Las tecnologías emergentes como el RPA (Robotic Process Automation), la Inteligencia Artificial, el Aprendizaje Automático, y el Big Data y Análisis Predictivo, están proporcionando a las empresas nuevas herramientas para transformar la manera en que hacen negocios; sin embargo, esto también está modificando los procesos internos en las organizaciones, estableciendo nuevas formas de trabajo y exigiendo nuevas habilidades y talentos en las personas.

Quizás por ello hoy en día sea tan recurrente hablar de “reclutar al talento adecuado” y “gestionar correctamente el talento en las organizaciones”. Pero ¿el Talento es algo que debe encontrarse, o bien debe desarrollarse?

Mi primera respuesta, de acuerdo con mi experiencia, es que ambas cosas son ciertas. El talento se recluta, pero las más de las veces se atrae. Las personas talentosas hoy en día buscan proyectos atractivos y relevantes, donde puedan desarrollarse y colaborar. No solo tienes que convencerlos de que vale la pena estar en tu empresa, sino debes sostenerlo con una cultura y una ejecución diaria acorde a lo que prometiste. Y, por otro lado, el talento se desarrolla internamente identificando las habilidades únicas de cada persona, y permitiendo que las ponga en juego junto con el resto de las habilidades del equipo. Un ambiente colaborativo permite que cada persona aporte lo que mejor sabe hacer, el respeto por su ejecución, y ser tolerantes al error (evaluar en qué se falló, recomponerse rápidamente, hacer control de daños y volverlo a intentar).

Por estas ideas es que fue un gran hallazgo para mí el libro del  filósofo, escritor y pedagogo español José Antonio Marina Torres, “Objetivo: Generar talento. Cómo poner en acción la inteligencia”. En un lenguaje ameno y sencillo, José Antonio Marina articula una explicación sobre lo que es el Talento y cómo lo podemos generar a nivel personal y organizacional. José Antonio Marina nos explica que la mayoría de los estudios actuales se refieren al talento como si fuera una piedra preciosa, escasa y codiciada por la que hay que pujar: “Da igual que sea en el mundo empresarial que en el futbolístico: hay que fichar al mejor. Las encuestas internacionales —por ejemplo, la llevada a cabo por Corporate Executive Board— muestran que para las tres cuartas partes de los directores de recursos humanos la prioridad principal es «atraer y retener el talento». Esto ha dado lugar a una remontada espectacular del precio de los contratos, hasta tal punto que un reciente número de la Harvard Business Review se preguntaba si la economía del talento no estaría «sobrevalorada». También los handbooks sobre talento se interesan por cómo gestionarlo y retenerlo, con lo que se da por sentado que es un bien finito y escaso. Esta idea forma parte de una concepción del mundo estática y, a mi juicio, anticuada. Su idea central es que hay una cantidad determinada de riqueza —un pastel— y que lo único que se puede hacer es repartirla bien y, a ser posible, conseguir el trozo más grande. Esto es la antítesis de una visión creadora de la inteligencia, capaz de inventar y ampliar nuestras posibilidades, nuestra riqueza, nuestro talento”.

Para José Antonio Marina, el Talento es tener buenas ideas, tomar buenas decisiones y saber realizarlas. Y si bien nacemos con cierta predisposición genética, lo cierto es que no siempre esos genes se expresan; el entorno resulta fundamental no solo para activar la dotación genética, sino también para moldear y estimular el talento, sobre todo a través de la educación. No es casual que las organizaciones exitosas han creado sus propias Universidades en los últimos 20 años: una de las claves de su éxito ha sido su enfoque para desarrollar y mejorar sus capacidades de aprendizaje. De acuerdo con José Antonio Marina, una empresa inteligente sería aquella en la que las personas tal vez no sean extraordinarias, pero el trabajar de una manera determinada puede producir resultados extraordinarios: “Ese plus es lo propio de la organización. Y depende de la capacidad de aprendizaje. El talento de un grupo, una sociedad o una organización es su capacidad de elegir bien las metas y de movilizar todas las inteligencias individuales que lo componen para conseguir alcanzarlas, aumentando al mismo tiempo sus posibilidades”.

Autor: Conciliac Team

Referencias:

José Antonio Marina, “Objetivo: Generar talento. Cómo poner en acción la inteligencia”, 2016, Penguin Random House Grupo Editorial
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