Finanzas Ágiles: Transformando la Función Financiera en 2024
En 2024 la función de finanzas debe evolucionar más allá de ser un simple centro de reporte y control de gastos. Finanzas debe convertirse en un potente centro de análisis que genere valor estratégico para el negocio. Este cambio implica la adopción de nuevas habilidades y tecnologías que permitan a los equipos financieros desempeñar un papel más proactivo y estratégico dentro de sus organizaciones.
Además, las finanzas ágiles requieren equipos multifuncionales con habilidades diversas. Estos equipos están formados por profesionales con conocimientos en visualización de datos, big data y analytics, y capacidad para influir en la organización. La colaboración entre estos equipos y los responsables de la toma de decisiones permite una mejor alineación de las estrategias financieras con los objetivos del negocio.
Otro aspecto clave de las finanzas ágiles es la creación de indicadores (KPIs) no financieros. Estos indicadores permiten orientar la asignación de capital hacia áreas que crean valor para los clientes internos, fomentando una cultura de mejora continua y adaptación rápida a los cambios del mercado. Los KPIs no financieros pueden incluir métricas de satisfacción del cliente, eficiencia operativa y desarrollo de talento, proporcionando una visión más completa del desempeño organizacional.
Según Simons y Sexton, uno de los beneficios más significativos de una empresa digital ilustrada es la capacidad de tomar decisiones informadas y optimizar los activos de la empresa. Además, la digitalización permite gastar menos en actividades que no contribuyen directamente a los objetivos estratégicos, enfocándose en las fortalezas del negocio. En tiempos de incertidumbre, esta capacidad de adaptación y optimización es crucial para la supervivencia y el crecimiento.
El método Agile Finance se basa en la agilidad y la capacidad de respuesta rápida. Este enfoque permite una gestión más eficiente del capital y una mayor capacidad para adaptarse a las fluctuaciones del mercado. La agilidad financiera implica la adopción de prácticas y herramientas que permiten una rápida reconfiguración de los recursos y una mejor capacidad para predecir y responder a los cambios.
La metodología ágil, popularizada en el desarrollo de software, ha revolucionado la forma de trabajar en muchos sectores, incluida la banca. El BBVA, por ejemplo, ha implementado esta metodología para mejorar la colaboración y la eficiencia dentro de sus equipos financieros. La agilidad permite a los bancos no solo adaptarse rápidamente a los cambios regulatorios y del mercado, sino también innovar en sus productos y servicios, proporcionando un mejor servicio a sus clientes.
El Santander también ha adoptado la metodología ágil, lo que ha permitido una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta en sus operaciones financieras. La agilidad financiera facilita la integración de nuevas tecnologías y procesos, lo que resulta en una mejor gestión del capital y una mayor capacidad para generar valor para los accionistas.
En resumen, las finanzas ágiles representan una evolución significativa en la función financiera. Al adoptar equipos multifuncionales y KPIs no financieros, los líderes financieros pueden transformar sus departamentos en centros de análisis y creación de valor. La metodología ágil proporciona el marco necesario para adaptarse a los cambios rápidos del mercado, optimizar los recursos y mejorar la toma de decisiones.
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